Pues vamos a ir poniéndonos en situación con esta práctica de la medicina natural ancestral China tan potente y que tantas alegrías ha ido dando en la vida de las personas desde hace más de 2.500 años, que son la friolera de años de historia que registra esta técnica.
Por un lado tenemos la Medicina tradicional China de la cual parten todas las bases teóricas que nos dice que es una técnica para equilibrar el fjujo energético que hay a través de los canales, conocidos como meridianos, que tenemos en nuestro cuerpo al insertar las agujas en los lugares específicos -puntos de acupuntura- por donde pasan estos flujos, y así logramos que la energía se equilibre.
Pero si nos pasamos a los acupunturistas occidentales ven los puntos de acupuntura como sitios localizados para estimular los nervios, músculos y tejidos conectivos y así se activan los analgésicos naturales del cuerpo.
En cualquiera de los dos puntos de vista lo que sí tienen en común, en la manera de realizar una sesión de acupuntura, que consiste en insertar agujas muy finas en la piel buscando esos puntos estratégicos que tenemos que tratar, como también tenemos claro que se obtienen estupendos efectos terapéuticos tanto a nivel local como sistémico en patologías dolorosas como las que no son necesariamente tienen dolor.
Los puntos de acupuntura se basan en localizaciones concretas que son neuroanatómicas por lo que al llegar a ellas tienen unos efectos neurobiológicos concretos.
Por la agujas no debes preocuparte lo más mínimo porque suelen ser tan finas como un hilo y su longitud dependerá de la zona que se vaya tratar y hasta donde queramos llegar para conseguir el efecto que se busque como objetivo. Y por supuesto son estériles y de un solo uso.
Pues después de sus 2.500 años de práctica en la historia desde la Medicina China podemos decir que se convirtió en una práctica suficientemente válida para liberar al cuerpo del dolor, del estrés, ansiedad y podemos asegurar que incluso algunas enfermedades.
Con el paso de estos años, la acupuntura no ha parado de evolucionar actualizándose cada vez más sus técnicas lo que la hace una alterrnativa muy potente de apoyo a tratamientos de la medicina tradicional, ya no solo para potenciar el tratamiento en sí, sino que incluso por sí sola no podría curar.
Ansiedad
De esto no nos libramos la mayoría, y antes de que vaya a mayores déjate llevar por el poder de las agujas, basta con apuntar en el lugar adecuado para que comiences a notar esa calma que tanto necesitas. A veces con una sola sesión es suficiente.
Dolores
Al favorecer el riego del sistema nervioso no es difícil de creer que el dolor es uno de los mayores motivos por los que se acude a la Acupuntura.
Es excelente como alternativa complementaria a los tratamientos para la alergia, haciéndolo mucho más llevadero, y dependiendo del grado de alergia, puede ser un buen sustitutivo.
Ya sabemos todos que no solo la propia enfermedad nos puede traer episodios tanto de dolor como de ansiedad sino los propios tratamientos, que a veces pueden llegar a ser aún más agresivos que la propia enfermedad.
Al tratar al sistema nervioso así como a sus energías, el sistema inmune es uno de los más beneficiados registrándose elevados resultados positivos en este punto.
Es muy conocido el efecto positivo que tiene para dejar de fumar, y es gracias al trabajo que hace en el sistema nervioso y la liberación de endorfinas, causantes de nuestro bienestar y sensación de placer.
En muchos casos es una gran ayuda para el sistema hormonal porque necesita ser equilibrado para mejorar la función de los ovarios, es espectacular los resultados que se pueden dar.
Otra situación muy habitual que puede ser causada por falta de oxigenación al dormir entre otras, y la acupuntura puede ser una gran solución si además se aplica como apoyo a un ya tratamiento.
Es habitual que el acupunturista combine en sus sesiones las técnicas tanto oriental China Tradicional como la de la Medicina Occidental, y aplique en cada sesión lo que considere que es mejor para el paciente en cuestión.
Para ello nuestro especialista te hará una serie de preguntas sobre ti a parte de la dolencia por la que estés acudiendo, todas ellas referentes a tu estilo de vida, comportamientos concretos ante situaciones concretas, examen sobre la zona a tratar, estado de la lengua, color de la cara, fuerza, ritmo y calidad del pulso que se perciba en la muñeca.
Una sesión puede llegar a durar hasta los 60 minutos, no siendo siempre necesario, todo dependerá de lo que convenga por la dolencia del paciente.
Si hablamos de una sola dolencia, es muy común que la frecuencia a tratar sea entre 1 o 2 veces por semana llegando hasta un máximo aproximado de entre 6 a 8 tratamientos.
De todas formas estos datos son solo orientativos y basados en dolencias de estado medio, el tiempo del tratamiento exacto no se sabe hasta que no se valore la gravedad de la dolencia y su evolución.
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